lunes, 31 de diciembre de 2007

El del cable

Tener television por cable da pa ver muchas horas de television.
Si ademas tenemos en cuenta que concretamente tenia tres canales de documentales (viva la cacofonía) podremos facilmente comprender que me dieran las seis de la mañana habitualmente con el culo en el sofa y lo ojos enrojecidos viendo como un varano del Nilo le comia los huevos a un cocodrilo del Nilo (entiendase la frase en el mejor de los sentidos, y no en sentido contrario), o a
Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun probando motores para llegar a la Luna en pugna con el sovietico Sergei Korolev.

Tambien he visto el coche de ocho cilindros que utilizaban Bonnie y Clyde lleno de agujeros de bala, y a unas chicas australianas seleccionadas para convertirlas en campeonas olimpicas de Skeleton en un par de años (una casi lo consigue pero arrastro el pie en la ultima curva y perdio mucha velociadad).

En contra de la extendida creencia popular los percebes no tienen el pene tan grande como se dice. Solamente les dobla en tamaño, más o menos. Esto ultimo lo vi en el programa de Buenafuente.

Nunca dejaran de asombrarme las tias que hacen gimnasia y las de natacion sincronizada. Tienen la fuerza de los mares y el impetu del viento. Las estadounidenses, la verdad es que lo hicieron de puta madre. Las chinas les iban a la zaga aunque al final no pudieron superarlas y se tuvieron que conformar con el segundo puesto. Fue una lastima lo de las rusas; la pobre Ekaterina Kramarenko la cago en el salto y sumo un 0.000 dejando sin opciones al equipo del Kalinka y la balalaika.

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