Era la hora del té en Tai'an. Mejor dicho era nuestra hora del té. Después de una noche terrible en mi peor viaje en tren, ya estabamos situados para comenzar la subida. La primera puerta del Tai Shan estaba al final de la calle. Pero antes teniamos que desayunar y comprar algunas cosillas. Unos cuantos Mars y unos Red Bull formato chino. Iban a ser nuestro piscolabis a mitad de camino.
Entramos en un "Coffe and Tea". Curioso nombre para ser un lugar al que el turista occidental rara vez se desviaba. Al menos era la sensacion que me quedó dada la fascinación que levantamos durante esos días. Pensandolo bien, la fascinación la levantabamos entre los turistas chinos. Quizá los locales si estaban mas acostumbrados. No obstante, ningún camarero hablaba ingles.
Nos pedimos una tetera de té Oolong. Yo me tomé un par de gofres con nata y chocolate. Fue como volver a la vida.
El cielo estaba totalmente despejado. Aun era bastante temprano y había una luz muy agradable.
sábado, 3 de mayo de 2008
La hora del té
la hora 21:39
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