Opio por aquí. Opio por allá.

Ya lo dijo Karlitos Marx: La televisión es el opio del pueblo.
¿Cómo hacía la peña antes de la tele? ¿Que hacían después de cenar? ¿Tener hijos? Es lo que se suele decir. Pero es que además no podríamos ver a nuestros estimados políticos, cándidos candidatos al gobierno y a la oposición. No sabríamos, sin tele, que Rajoy pronuncia mal las egues y que ZP tiene rostro de vampiro... o al Rey dándole una paliza a Chávez (Ay no! Sólo le dijo que se callara).
Bueno, sí. Tenían el periódico y la radio para entretenerse, y además jugaban a la petanca mucho más que ahora. De todas maneras la radio también es muy reciente.
¡La prensa es el opio del pueblo!
La verdad es que si no fuera por la prensa, ¿cómo se enteraba la peña de lo que decía uno u otro? ¿Cómo se ponían de acuerdo para montar las Revoluciones, levantamientos, revueltas, y linchamientos de judíos? Lo de linchar judíos es que siempre estuvo de moda.
Lo cierto es que los periódicos tuvieron mucho que ver en el sentimiento general de la gente hacia los gobiernos. Ponían y quitaban.

Pero, y antes de los periódicos? ¿Los juglares?
¡Los juglares son el opio del pueblo?
No se, la verdad. Esos pasaban por ahí de vez en cuando y además no debían llevar las noticias muy frescas. Te contaban la historia del Cid. El de la barba florida.

Me he desviado. El caso es que a pesar de que la TV nos mantiene puntualmente indignados, a la vez creo yo que nos amansa. Joder! Mira las épocas anteriores. Se estaban zurrando cada poco. Se ve que los periodicos y los juglares no son opio tan bueno. Se ve que estaba muy cortado y adulterado.
Hombre! La religion siempre ha estado ahí, pero tampoco es que haya tenido muy calmada a la gente. Mira que se ha dao estopa y candela... No, si con la excusa de en nombre de Dios... te corto la cabeza! ...Recupero Tierra Santa! ...Me hago una sotana bordada en oro! ...Te quemo en la hoguera o te hago crecer los brazos! ...na de na hasta que te cases!

¿Y antes de la religión? (no se si hubo un mucho antes)
Por esa época si que se debían dar palos en cuanto se veían con los del pueblo de al lado. Si es que hasta yo cuando era pequeño, nos andábamos a pedradas con los de la calle de al lado.¡Qué vienen los de La salud!
Yo una vez me subí a mi casa y desde el balcón ejercí de francotirador con un garbancero (artilugio bélico que consiste en un globo cuyo cuello esta ajustado a un cilindro mas o menos corto que hace de cañón, y que dispara un garbanzo, o piedra en su defecto, aprovechando la elasticidad del susodicho globo).
Aaah! Pero entonces tenemos (a cierta edad se descubre) el sexo. Néctar que calma al guerrero. Brebaje que apacienta los espíritus. Música que duerme a la fiera.
¡El sexo es el opio del pueblo!

Son las cuatro y pico de la mañana (4:10 a.m.) y la cabeza ya no me rige correctamente. A las nueve llega el albañil a colocarme un azulejo en el baño!!

No se que decir a modo de conclusión. Esto han sido unos pensamientos vomitados sin orden ni decoro.
Cuando destruyes información, ¿en qué se convierte? ¿En nada? Entonces, según Lavoisier, quizás es que no existía. Pensad en ello. Tan solo es un sofisma.